domingo, 17 de mayo de 2009

CAPITULO 15 DESESPERACIÓN Y PÉRDIDA

CAPITULO 15 DESESPERACIÓN Y PÉRDIDA

Fred se quedo muy, muy quieto cuando Vanessa le dijo aquello tan segura de sí misma. Ella no podía dejarlo caer, ¡simplemente no podía! Pero no cabía duda de que Vanessa cuando quería ser mala, lo era de verdad. Ese pensamiento lo hizo volver a mirar abajo, la caída sería terrible pero quizá si lograba sacar su varita mágica a tiempo, aseguraría o intentar asegurar su vida. Movió las manos en dirección a los bolsillos de sus pantalones pero una de las desventajas de ser tan alto era que no podía alcanzarlo y hasta cierto punto dudaba que la varita continuara ahí al igual que muchas de sus pertenencias porque estando boca abajo las probabilidades de que hubiesen caído eran demasiadas.

Vanessa se rio de nuevo y él volvió a mirarla y luego miro los metros que los separaban.

-No has contestado mi pregunta Fred… ¿Qué pasaría si te dejo caer?

En eso a Fred lo asalto otro pensamiento: Ella tenía una habilidad extraordinaria para fingir y quizá de eso se trataba todo porque por más que rebuscara en su mente, no existía ninguna buena razón para que Vanessa lo tirara desde lo alto de la cascada. Finalmente le respondió.

-Si me dejas caer, nunca sabrás la razón por la que subí a buscarlos –decir aquello lo hizo sonreír, sabía que por lo menos con eso podía chantajear a Vanessa para que no lo dejara caer; y funciono porque la joven al oírlo abrió mucho los ojos y la boca perdiendo por completo su postura retadora.

-Así que quieres chantajearme ¿eh?

-Me parece de lo más justo Vanessa… Ya hablando enserio, no piensas dejarme caer ¿verdad? Solo estas vengándote de la bromita que te quise hacer.

Se miraron el uno al otro por unos segundos y luego Vanessa bajó lentamente la mano con la que sostenía la varita mágica provocando que Fred casi se hiciera del baño por el escalofrió que le recorrió la espalda al imaginar lo que sucedería a continuación. Cerró los ojos con fuerza para no mirar los últimos segundos de su vida. ¿Le dolería demasiado morir? Y simplemente espero a que la pequeña fuerza que lo sostenía en el aire desapareciera y que la fuerte brisa del aire mientras cayera, le rasguñara el rostro. Le pareció un momento eterno, espero y espero y… no paso nada.

Abrió de nuevo los ojos mirando rápidamente hacia abajo para asegurarse de que continuaba suspendido en el aire y después buscó la mirada de Vanessa quien tenía ambas manos en la boca conteniendo todas sus ganar de reírse pero no aguanto más y en cuanto sus miradas se cruzaron, estalló en sonoras carcajadas.

Fred estaba de lo más confundido mientras Vanessa continuaba riéndose y agradeció no tener un espejo cerca porque de mirarse vería el reflejo de un fantasma. El pelirrojo podía apostar todas sus ganancias de Sortilegios Weasley a que ese había sido el peor susto de toda su vida.

-Síguete divirtiendo con mi sufrimiento –dijo entre dientes al ver como la muchacha no dejaba de reírse.

-La verdad es que… si… fue muy divertido –respondió Vanessa entre risitas pero pasados otros segundos se calmó. –Jamás vuelvas a meterte conmigo Fred porque juro que te devolveré la broma el doble o el triple de pesada. ¿Me has entendido o es necesario que vuelva a reiterártelo?

-Ya entendí –le respondió un poco molesto pero al mismo tiempo pensando en que sería divertido jugarle otra broma para ver quien tenía mejores ideas, si ella, o él y su hermano juntos. -¿Y por qué aun no estoy muerto?

-Porque para bajarte es necesario un contra hechizo, deberíamos estar agradecidos con mi padre. –añadió Vanessa con nostalgia.

–Bueno, sabía que no ibas a dejarme caer de todas formas –Vanessa al oírlo puso los ojos en blanco porque era claro que Fred había creído por completo aquel teatro. –Soy un chico apuesto y te caigo demasiado bien.

-Por supuesto, me agradas y eres apuesto pero no te salve exactamente por eso –le interrumpió con la voz ausente y Fred se puso serio por un momento –Pude hacerlo pero no quisiera tener una discusión con Harry por dejarte caer accidentalmente desde esta cascada y tengo demasiados problemas con tu familia como para sumarle a ello tu asesinato. Solo imagínate; cuando todos sepan que gracias a mi sigues vivo, entonces quizá dejen de fastidiarme por lo que paso con tu hermana.

-Me salvaste por conveniencia. –susurro y ella se encogió de hombros.

-Es eso o la muerte mí querido Fred.

-De acuerdo, de acuerdo, agradezco que hayas salvado mi lindo cuerpecito de convertirse en puré y no me queda de otra, ayudare a tu plan “Limpiemos el nombre de Vanessa”

-Gracias Fred, es un placer hacer negocios contigo. –dijo con una enorme sonrisa en el rostro de satisfacción y después regreso al tema original. –¿Qué haces aquí arriba, donde esta George?

-No te diré nada hasta que me bajes ¿Puedes moverme a la orilla? Se me está bajando la sangre a la cabeza.

-No puedo

-¿Cómo que no puedes? Anda, muéveme –le ordeno.

-Es que este hechizo sirve para mantenerte en el aire y en esa posición boca abajo. –pronuncio la muchacha que pareció afligida –Si utilizo el contra hechizo así como así, caerás directo al precipicio. Todo tiene una desventaja.

-¿Y luego qué? ¿Me quedare aquí colgado hasta que empiece a soltar raíces?

-Necesito pensar en una mejor manera de ayudarte y sin que vayas a golpearte la cabeza demasiado fuerte. Mientras tanto, dime qué rayos haces aquí y sin tu gemelo, lo cual me parece de lo más extraño. Ustedes no suelen separarse.

-Venia a darles una muy buena noticia.

Un hormigueo sacudió el estomago de Vanessa. La única buena noticia que podían darle en aquel sitio era que por fin habían encontrado a Mel. Fred se percató de la expresión que tomaba el rostro de la joven y asintió con la cabeza.

-Oh si, las encontramos cerca del rio. Luna tiene muy buenos gustos; el lugar donde están es muy hermoso y tu hija se está divirtiendo de lo lindo. No te vayas a enojar con Luna, ya sabe que estas histérica porque no encuentras a la niña por ninguna parte.

-¿George esta con ellas? –pregunto con ansiedad.

-No

-¡¿Por qué no?! –exclamo Vanessa cuya tranquilidad volvió a desvanecerse.

-Es que él fue a buscar a Ron y Hermione; Vanessa, ya calma tus nervios que aquí no pasa nada. Luna ni siquiera está segura de que alguien las haya seguido. ¡Melissa esta bien!

Vanessa parecía no prestarle la más mínima atención.

-Tengo una idea, voy por ellas y vuelvo pronto por ti.

-¡Ey! Ni se te ocurra dejarme aquí. –Fred estaba indignado.

-Harry no está muy lejos (o eso creo) –dijo Vanessa mirando disimuladamente hacia abajo para tratar de buscar nuevamente a Luna. –Seguramente cuando él vea que tardo demasiado vendrá a buscarme y te encontrara. No estarás solo por mucho tiempo.

-No sabes en donde están. Tardaras horas en encontrarlas sin mi ayuda. –aseguro el pelirrojo.

-Si tú tardaste media hora en dar con ellas, yo también puedo hacerlo. –le contestó.

-¡Oh mira! –exclamo Fred señalando con la mano –Creo que esos son mis hermanos y Hermione. ¿Los ves?

Vanessa con indecisión siguió con la mirada la dirección en que Fred le señalaba pero no alcanzaba a ver nada así que se vio forzada a acercarse más a la orilla. Y por fin dio con tres pequeñas figuras caminando a la orilla del rio y que desde esa altura y distancia parecían hormiguitas.

-¡Rápido Vanessa, mándales un patronus y diles que estamos aquí! –le urgió Fred.

La joven de los ojos azul zafiro asintió una sola vez, y agito la varita mágica frente a ella de la cual salió una nube plateada que se transformó en un águila. El águila velozmente descendió la cascada en picada con un vuelo elegante y audaz tenia las alas pegadas al torso pero cuando faltaba poco para llegar a la base de la cascada las extendió para sobrevolar el rio y llegar hasta donde Ron, George y Hermione estaban. El patronus los paso de largo y dando un giro majestuoso para captar su atención y posarse frente a ellos, abrió el pico:

"El imbécil de Fred quiso jugar al valiente y ahora esta colgando boca abajo al borde de la cascada. ¿Podrían darse la vuelta y ayudarnos a que no se rompa la cabeza?"

Con el entrecejo fruncido se miraron los unos a los otros mientras que el patronus se disolvía en el aire.

-¿Era el patronus de Vanessa, verdad? –pregunto Ron.

Nadie le contesto porque Hermione y George ya se habían dado la vuelta y miraban a lo alto de la cascada donde tanto Vanessa como Fred hacían señales con las manos.

George se rio con ganas al ver la posición tan graciosa que tenía su hermano gemelo.

-¿En cuánto baje Vanessa me las pagara? Seguro que ella lo tiró de la cascada y lo dejo así. –dijo Ron dándole un codazo a George para que dejara de reírse y viera la gravedad del asunto.

-Para nada hermanito. Conozco a Fred mejor que cualquiera de la familia. Desde que llegamos aquí no ha dejado de decirme que tenía ganas de ver que tan alta estaba la cascada. A mí se me hace que se dio una asomadita y luego quiso dar un chapuzón. ¿Y ya vieron a Vanessa? Parece que ella si se dio un buen baño pero no en la cascada, más bien en una piscina de lodo –concluyó y volvió a reírse.

-Estoy de acuerdo con Vanessa… Fred es un imbécil ¿pero cómo se le ocurre hacer semejante tontería si no conocemos el lugar? –pronuncio Hermione con irritación.

En eso alcanzaron a distinguir a Vanessa conjurando otro patronus pero este no descendió hasta donde ellos, sino que se perdió de vista en dirección contraria. La castaña al no ver a Harry cerca, dedujo que el patronus iba dirigido a él.

-Subirás tú a ayudarles Ron.

El pelirrojo al escuchar a su novia abrió la boca para protestar pero se trataba del pellejo de su hermano y aunque siguiera molesto con Vanessa debía cooperar. Ron comprendía a la perfección porque era mejor que él subiera en lugar de George. Los gemelos estando juntos era un caos y George subía haría lo mismo que Fred y tendrían que bajar a dos en lugar de uno. Hermione sacó la varita mágica de la que apareció su nutria plateada que recorrió el mismo camino del águila. Los tres siguieron con la vista el patronus de Hermione hasta que llegó frente a Vanessa pero lo que paso a continuación fue tan rápido que los dejó clavados en el suelo sin posibilidad de hacer otra cosa: Un rayo escarlata había golpeado a Vanessa por detrás y solo vieron como desaparecía de su vista

-¡FREEED, NOOO! –se oyó la voz de George apagando los gritos agudos y llenos de terror de su hermano gemelo que caía en picada a toda velocidad.

******
"Fred, eres un tonto inmaduro… Subirá Ron y por favor Vanessa, no compliques las cosas. "

Dijo la nutria de Hermione antes de disolverse frente a Vanessa quien al segundo siguiente no supo siquiera por donde le llego el golpe, solo sintió un terrible dolor en la espalda y todo se movió de lugar. Cayo de bruces a escasos centímetros de la temible cascada y escucho el silbido de un hechizo cerca de donde estaba.

-¡FREED, NOOO! ¡FRED! –oyó gritar a variar personas.

Todo había sido cuestión de segundos o milésimas de segundos pero mientras aquello ocurría, se sentía aturdida y desorientada y luego sintió un gran escalofrío recorriéndole el cuerpo al escuchar aquellos gritos. Levanto la vista en dirección a Fred pero el pelirrojo había desaparecido…

Se incorporo deprisa apoyándose en las palmas de sus manos y alejándose lo más que pudo de la cascada, después volteo detrás de ella buscando la causa de su caída con la varita en mano pero sin ver nada. Los gritos se siguieron escuchando a lo lejos, al pie de la cascada y sin importarle lo que pudiera ocurrir, gateo deprisa hasta el borde que tanto había evitado. La imagen que vio la dejo horrorizada.

Fred estaba muerto.

El cuerpo no había llegado al fondo. Estaba tendido sobre una piedra en una posición extraña y para nada humana. La sangre le cubría la mitad del rostro y su cabello estaba más rojo de lo habitual. El agua de la cascada lo salpicaba sobre todo de la cintura hacia abajo pero ni por eso la sangre cedía. Tenía su boca abierta al igual que sus ojos, los cuales habían perdido la alegría a la que todos estaban acostumbrados y ahora estaban vacios, ausentes.

Dos de las tres personas que estaban abajo corrían desesperadas por el espacio que los separaba de Fred sin dejar de pronunciar su nombre. Hermione se había quedado como de piedra y mirando a Vanessa tratando de encontrar una explicación a ese ¿accidente? Y la chica de los ojos azul zafiro agito la cabeza negativamente esperando que Hermione entendiera que eso no había sido su culpa.

Se oyó el ruido de hojas crujiendo y ramas moverse cerca del mismo sitio por el que Fred había aparecido al otro lado de la corriente y Vanessa sujetó fuertemente la varita mágica preparada para recibir cualquier ataque.

-Oh no, por favor no. –Hecha una bala salió Ginny Weasley quien susurraba cosas ininteligibles y dirigiéndose al borde sin ver a Vanessa como si no se hubiera percatado de su presencia. La pelirroja soltó un gritito ahogado al mirar abajo y encontrarse con la misma imagen que Vanessa había visto. -¡Oh no, Fred no! –sollozó

-¿Ginny?… -susurro Vanessa cuya mente empezó a atar los cabos sueltos. –Tu… ¡Fuiste tú! –y la señalo acusadoramente con la varita.

La pelirroja por fin la miro y con las mejillas empapadas de lágrimas meneo la cabeza de lado a lado.

-No… ¡No!

-¡ESTUPIDA, MATASTE A TU PROPIO HERMANO! –rugió Vanessa poniéndose rápidamente en pie con un nudo en la garganta que contenía mucho más que unas simples ganas de llorar.

-¡Ginny, ¿Qué hiciste?! –se oyó a lo lejos casi como un silbido otra voz enfurecida.

-¡Yo no fui! –se defendió la pelirroja mirando por encima del hombro de Vanessa –¡Walter! ¡Sal de ahí, les dije que no atacaran a nadie hasta que diera una señal!

Vanessa frunció el ceño, confundida. Ladeó ligeramente el rostro para ver detrás de ella lo cual fue bueno porque alcanzo a esquivar un hechizo que iba nuevamente hacia su espalda. Y en su cabeza resonó la frase: Les dije que no atacaran a nadie hasta que diera una señal. ¡Ginny planeaba atacarlos! Mejor dicho, planeaba atacarla a ella ¿Qué otra cosa podía pensar? Pero claro, no lo había hecho porque Fred estaba ahí. Sin embargo algo había salido muy, muy mal ¿Quién rayos era Walter?

-Nos aburrió tu tonto jueguito Ginny, queríamos un poco de acción –siseo una voz entre los árboles.

La joven de cabellos negros mantuvo su posición defensiva mientras que dos figuras vestidas de negro salían de su escondite. Se trataba de un hombre y una mujer poco mayores que ella. El hombre era rubio y mucho más alto que la mujer cuyo cabello castaño claro estaba cuidadosamente acomodado en un moño. Eran pareja, podía notarse por la forma en que sus brazos estaban entrelazados aunque las manos libres no dejaban de apuntar una a Vanessa y la otra a Ginny.

-¡Al que tiraron era mi hermano! –chillo la pelirroja.

-¿Ah, sí? ¡Ups, lo sentimos mucho corazón! –dijo la mujer en una falsa disculpa –Tu dijiste que había que atacar a quien estuviera aquí. Y eso hicimos. Aunque… -se interrumpió al ver a Vanessa quien la observaba detenidamente al rostro como tratando de descifrar algo.

-Yo a usted la conozco –dijo la joven escudriñando a la mujer castaña y rebuscando en su mente para encontrar el porqué le fuera su rostro tan familiar. –Estoy segura de que la he visto en alguna parte.

La mujer respingo sorprendida ante la declaración, después miró con complicidad al hombre llamado Walter.

-No jovencita, dudo que usted y nosotros alguna vez nos hayamos visto –respondió el hombre quien miró de soslayo a Ginny y acto seguido, ambos desaparecieron.
-¿Quiénes eran ellos? –quiso saber Vanessa. Ginny abrió la boca como si fuera a contestar pero no dijo nada. -¿Qué pasa Ginny? ¿Es que aparte de asesina te has vuelto muda?

-¡Yo no mate a mi hermano! –grito la pelirroja cuyas lagrimas seguían brotando silenciosamente.

-No directamente pero fue tu culpa –asevero Vanessa llena de odio –Te dije que tuvieras cuidado con lo que hacías. Te dije que era estúpido meterte conmigo porque hasta ahora nadie me ha vencido. –se detuvo y medito en lo que acababa de decir. Seguía viva, tenía a Harry y una hermosa hija. “No, no me han vencido” se dijo a sí misma y continuó –Eres una inmadura… ¿Querías dañarme no es así? ¡Pues mira! –y señalo en la dirección en la que Fred seguía tumbado mientras que Ron y George entre sollozos de impotencia intentaban recuperar el cuerpo de su hermano. -¡Mira lo que has hecho!

Ginny cerró los ojos y agito frenéticamente la cabeza de lado a lado.

-¡Fue un accidente!

-No fue un accidente y lo sabes. ¿Qué les dirás a tus hermanos? ¿Y a tus padres? ¡Lo mataste, lo mataste lo mataste!

-¡CALLATE! –rugió la pelirroja y le lanzó un hechizo a Vanessa que la hizo caer de espaldas en la hierba mojada.

-¡¿Vanessa?! –se oyó el llamado de Harry a lo lejos y cuando la joven de ojos azules levanto la cabeza para devolverle el hechizo a la pelirroja, ella también había desaparecido al igual que la pareja.

-¡COBARDE! –gritó al aire esperando que Ginny aun siguiera escondida por ahí y la escuchara. Se puso de pie aun con la varita en mano rebuscando con la mirada para asegurarse de que no había nadie más cerca de ahí cuando Harry apareció.

El ojiverde caminaba cojeando ligeramente y llevaba cabello mas alborotado de lo habitual; le sonrió a la muchacha pero ella hizo una mueca tratando de devolverle la sonrisa pero no lo logro porque no había ninguna buena razón para hacerlo. Harry no paso por desapercibido aquella mueca, la conocía muy bien y sabia que algo malo ocurria aunque no era nada relacionado con Mel porque en el patronus que le había mandado decía que ya la había encontrado Fred.

Harry frunció el ceño, la vio a ella y luego miró en todas las direcciones buscando al hermano de su mejor amigo.

-Ya venía en camino cuando apareció tu patronus, ¿Dónde está…?

-¡Ay Harry! –se lamento interrumpiendo su frase. Harry se inquieto. -¡Lo mataron Harry, por culpa de Ginny lo mataron!

El ojiverde no tuvo tiempo de asimilar lo que Vanessa le estaba diciendo porque se oyó un estallido y las exclamaciones de varias personas al pie de la cascada… ¿Varias personas?

Vanessa se acerco nuevamente al borde con Harry caminando detrás de ella para que pudieran observar lo que sucedía: Ron y George ya habían bajado el cuerpo de Fred y se encontraba tendido a un lado del rio solo que ellos y Hermione corrían en dirección contraria con las varitas empuñadas para enfrentarse a un grupo de magos y brujas que habían aparecido de la nada lanzando hechizos y maldiciones como si se tratara de un juego. Una bruja de estatura pequeña había sido la responsable del estallido, ya que había hecho caer un árbol para que les sirviera de puente mientras que los demás se esparcían a ambos lados del rio unos para acorralar a sus amigos y otros para seguirse divirtiendo con lo que encontraban a su paso.

-¿Qué está pasando? No lo entiendo.

-Maldita seas Ginny Weasley –dijo Vanessa entre dientes antes de dirigirse a Harry. –Son muchos como para que podamos luchar contra ellos. Debemos bajar, encontrar a Luna y Mel y luego, largarnos lo más deprisa que podamos.

Tomó la mano de Harry y se concentro en las tres figuras que más le importaban para aparecerse donde ellas. La desaparición conjunta como las veces anteriores era una sensación de lo más desagradable pero su objetivo se logró. Aparecieron de espaldas a sus amigos y lo primero que se oyó fue la voz de Hermione preguntando desesperada lo mismo que Harry: ¡¿Qué está pasando?!

-Tenemos que irnos –exclamo Vanessa petrificando a uno de los magos.

Todo era muy extraño ahora que veía de cerca a sus atacantes. Era una actividad de lo más inusual. Esos magos y brujas eran jóvenes parecían de quince o dieciséis años, uno que otro más grande pero ninguno sobrepasaba su propia edad. Era obvio que existía un líder, en todos los grupos existía uno pero por más que lo buscaba no lo encontró por ningún lado. Tampoco vio a la pareja que había provocado la muerte de Fred y mucho menos vio a Ginny.

Los cinco formaron un círculo perfecto a manera de protegerse las espaldas y poder repeler de mejor forma los hechizos de los magos y de cualquier cosa que les arrojaran como el caso de una bruja que considero divertido arrojar al rio la piedra más grande que encontró y que termino salpicándolos a todos.

-¡¿Qué quieren?! –exigió Ron quien de soslayo miró a donde se encontraba el cuerpo de su hermano para asegurarse de que nadie se le acercara.

En respuesta solo obtuvo risas.

-Hermione –susurró Vanessa entre dientes para que solo ella la escuchara. La castaña ladeo ligeramente el rostro en su dirección y ambas conjuraron un escudo protector por las maldiciones que iban directo a ellas. –No vamos a ganarles. Váyanse. Harry está un poco herido y tienen que sacar a… a Fred de aquí. –Hermione asintió y vocifero un aturdidor que dio de lleno en el pecho de uno de sus nuevos enemigos que cayó en el rio. –Vayan a mi casa y dile a George que te cambie el lugar. Él es el único que sabe donde están Luna y mi bebe. Necesito que me lleve hasta ellas… ¡Desmaius!... Necesito tener a Mel en mis brazos y llevarla a casa.

La castaña asintió de nuevo y luego se volteo para murmurarle a George lo que quería. Hicieron un movimiento rápido y se cambiaron de sitio.

-Harry, sujétate de Ron, vamos a desaparecernos. Yo ya tome la mano de George, con eso basta –mintió Vanessa.

-De acuerdo –acepto Harry que estaba demasiado absorto en la pelea como para reconocer la mentira aunque para ese entonces la castaña ya le había dicho lo mismo a su novio así que cuando extendió la mano buscando la de Ron la tomó de inmediato.

-¡Ahora! –exclamo la joven de los ojos azul zafiro y los tres desaparecieron de ahí aunque volvieron a aparecer a lado de Fred solo los segundos suficientes para tocarlo y volver a desaparecer. Vanessa esperaba que Harry se percatara de su ausencia hasta que llegaran a su destino final y esperaba también que sus amigos tuvieran la suficiente fuerza y determinación para mantenerlo en la casa y no volviera a buscarla. -¿Qué esperas George? –volvió a exclamar desesperada y moviendo sus manos entrelazadas mientras que los magos aun confundidos por la desaparición de los otros, se acercaban mas y mas a ellos.

Cuando abrió los ojos nuevamente el panorama era un poco distinto a como había sido en los últimos minutos. Era un lugar iluminado, silencioso y como Fred había dicho, estaba muy hermoso. Había un pequeño estanque rodeado con piedras grises y lisas con tanta perfección que parecía que una persona había creado aquel espacio. El pasto era muy verde al igual que los arbustos y árboles alrededor del estanque pero dejó de admirar el paisaje cuando vio a la joven de cabello rubio platinado y largo hasta la cintura dándole la espalda cerca de un árbol como si tratara de esconderse.

-¡LUNA! –le grito fuertemente a pesar de que se encontraba a escasos metros de ella.

Avanzo con paso decidido asustada de no ver aunque fuera una manita o el cabello negro de Mel pero después se paró en seco y retrocedió cuando la figura volteo a verla y se dio cuenta de que no era Luna Lovegood.

Aquella mujer tenía el color de cabello igual que Luna (rubio platino y largo hasta la cintura), pero Vanessa por la emoción no se percató de que lo llevaba completamente lacio y cortado en capas de forma que la primera le llegaba a la altura de un rostro blanco como la tiza, la segunda a mitad de la espalda y la tercera hasta la cintura; sin embargo, eso no era lo que la había obligado a retroceder… Sus ojos eran tan negros que no podía distinguirse el iris del resto de sus ojos que también estaban fuertemente delineados en color negro lo cual contrastaba completamente con color del cabello y cara. La mujer tenía dibujada una media sonrisa y se había quedado tan quieta que podría hacerse pasar por una muñeca de porcelana.

-¿Quién eres? –pregunto Vanessa con cautela preguntándose a su vez cuantas veces había hecho la misma pregunta en toda la tarde. Trato de sostenerle la mirada pero no pudo porque una sensación de miedo la estremeció y le temblaron las manos. No supo si el miedo que sentía era por esa joven o era el miedo de que las personas que debían estar ahí no estuvieran. Buscó la mirada de George para preguntarle si ese era el lugar exacto pero el pelirrojo se encontraba muy ocupado escudriñando cada rincón visible.

-Deberían estar aquí. –dijo él para sus adentros.

Vanessa se preocupo aun más, tenía frente a ella a una completa extraña que continuaba sin responder a su pregunta y estaba más que desesperada de no saber dónde estaba su pequeña hija. ¿Es que con todo lo que había vivido ese día no era suficiente? Deseaba echarse a correr por aquel prado y gritar a todo pulmón el nombre de su hija hasta que apareciera ¿pero sería seguro?

-¡Te pregunte quién eres! ¡Contesta!

-Shh… No deberías gritar –respondió la mujer con voz tranquila y suave –Vas a espantarlas y a esa nena yo la vi primero. –De nuevo el escalofrío le recorrió la espalda a Vanessa y sus ojos se abrieron como platos

-¡Mami, mami, MAMII! –se oyó el canturreo detrás de Vanessa acompañado de mas grititos apagados como si alguien le estuviera poniendo la mano en la boca para que no gritara.

El impulso la domino y corrió al lugar donde procedía la voz sin darse cuenta de que la rubia la había perseguido pero fue una suerte que George se encontrara ahí porque la amenazo con la varita para que no se moviera del lugar donde se encontraba. La muchacha entorno los ojos ante la oposición y estiro el cuello para poder seguir con la mirada a Vane quien corrió y corrió poniendo mucha atención de donde procedía la débil voz de su hija y se sintió aliviada cuando vio a Luna sentada detrás de un gran árbol abrazando a Mel quien estaba sentada en sus piernas sin dejar de moverse para zafarse de ella. La mirada de Vanessa solo se cruzo por un instante con la de Luna pero la rubia entendió aquella mirada de reproche.

-¡Oh mi amor aquí estas! –sollozo Vanessa extendiendo los brazos y Luna dejo a la pequeña saltar a los brazos de su madre. –Me tenias tan preocupada… no volveré a separarme de ti… nunca, nunca… -dijo abrazándola y llenándola de besos.

-Yo solo quería darle un paseo. No imagine que pasaría nada de esto. Lo siento –se disculpo Luna. Vanessa inspiro hondo recordando la petición que le había hecho Fred y respondió sin alterarse:

-Mi hija está bien y es todo lo que me importa, aunque tendrás que darme una explicación más tarde.

-¿Es tu hija? –pregunto nuevamente la voz que según Vanessa había dejado muy atrás y por instinto nuevamente avanzo hacia atrás atrayendo mas a Mel contra su cuerpo.

-Lo siento, no pude detenerla –jadeo George apuntando de nuevo a esa rubia.

-¿Quién eres y que quieres de nosotros?

-Me llamo Rebeca Bessat pero de ti no quiero nada –le contesto de manera ausente pero manteniendo una sonrisa sin despegar la mirada del diminuto rostro de Mel –pero veo en esta niña mucho potencial… Ven conmigo ¿sí? –y extendió los brazos a la niña para que se dejara abrazar. Melissa dudo y cuando iba a extender una de sus manitas su mamá se lo impidió.

-No te acerques a mi bebe. –le exigió pero Bessat fingió no escucharla.

-¿Cómo te llamas princesa?

-No… -quiso prohibir Vanessa a su pequeña pero le había enseñado a contestar cualquier cosa que le preguntaran así que la niña respondió rápido y fuerte.

-Mel.

-¿Mel? Melissa ¿verdad? Un bonito nombre, nunca lo olvidare. –y la sonrisa de Bessat se ensancho mas como si pensara en una maldad y por fin volteo a ver a la chica de los ojos azul zafiro –Tú eres Vanessa ¿no es así? Nos conocemos, mejor dicho, yo te conozco pero dudo que tú me conozcas a mí aunque eso ya no importa –la boca de Vane se entreabrió por la sorpresa y Rebeca se encogió de hombros. –Teníamos magníficos planes para ti esta tarde en… ¿tu casa?, sin embargo, esta jovencita nos ayudo al venir aquí, a un espacio libre que es nuestra especialidad. Weasley planeo una emboscada perfecta para ti. Pero hiciste trampa, no tenias que venir acompañada y todo indica que burlaron a mis… pequeños amigos. Eso no es divertido.

-¿Usted mando a esos chiquillos contra nosotros? –pregunto George con enojo.

Rebeca no contesto pero George y Vanessa, conocían la respuesta.

-Quiero ir con papi. –suplico Mel.

-¿Por qué ir con tu papá? Mejor ven conmigo…. –dijo la mujer rubia con entusiasmo y viendo como Melissa se puso a jugar con los colgantes en forma de corazón que pendían de su cuello. -¿El collar? ¿Cómo es que tú posees ese collar? ¡YO LO QUIERO, DAMELO! –grito de repente la mujer que adquirió el aspecto de una verdadera loca y se abalanzó sobre Vanessa y antes de tocarla salió despedida hacia atrás cuando Luna le lanzo un aturdidor.

-¡Vámonos, vámonos ya! –grito Vanessa no sin antes lanzarle otro hechizo cuando intento levantarse.

Todos se tomaron de las manos y reaparecieron en la puerta de la casa de Vanessa a la cual entraron como torbellinos para evitar que algún curioso los viera. Harry quien ya se había cambiado la camisa por algo mas ligero, los estaba esperando y al ver a su pequeña corrió a abrazarlas a madre e hija relajando un poco el rostro de todas las preocupaciones que lo habían agobiado

-¿Por qué están tristes? –pregunto Luna inocentemente al ver los rostros llorosos de toda la familia Weasley que estaba reunida en la sala acompañados de algunos otros que seguían en su hogar.

La señora Weasley al escucharla empezó a sollozar escondiendo el rostro entre sus manos y Hermione fue la que respondió a la pregunta de la rubia explicándole también un poco de lo que había visto.

Alguien para ese entonces había colocado a Fred sobre uno de los sofás y le había limpiado el exceso de sangre pero todos sabían que no quedaba nada más que hacer por aquel simpático pelirrojo y Vanessa se sintió verdaderamente mal al ver aquella escena porque aquel día según sus planes, todo tenía que ser perfecto aunque al final había terminado en un completo desastre.

-Señora Weasley, señor Weasley, yo… lo siento mucho. En parte lo que le paso fue mi culpa. Lo siento.

-Esta vez no fue tu culpa Vanessa –se apresuro a contestar Ron lo que le sorprendió bastante pues esperaba que el fuera el primero en señalarla culpable. –Aunque me duela en el alma, fue Ginny, nosotros la vimos. No sé cómo fue capaz de hacernos esto… -y empezó a derramar lágrimas.

-La verdad es Ron, que quien tenía que morir esta tarde era yo y no tu hermano. Ginny me quiere a mí y yo los involucre a todos ustedes en nuestros problemas.

Y sin decir nada más se dio media vuelta dejando a Mel en los brazos de Harry, subió y se encerró en su habitación. Lo primero que vio al entrar fue el gran espejo que horas antes le había dado un bello reflejo y que ahora estaba arruinado. Se recargo en la puerta y se puso a llorar en silencio pensando en las personas que habían muerto por su culpa: primero Snape y ahora Fred. ¿Quién era el siguiente? ¿Otro de los Weasley? ¿La pareja Lupin? ¿Harry? ¿Mel?

Ahogo un gritito de frustración porque muy en el fondo, sabia que todo lo que había vivido desde su regreso, no debería pasar como hasta entonces. Era como si algo estuviera fuera de lugar, como si ella misma estuviera fuera de lugar. “Tú no deberías estar aquí. Tu deberías estar muerta” le dijo su subconciente.

-Ábreme Vanessa –dijo Harry al otro lado de la puerta. –Ya no llores, todo va a estar bien. Nosotros estaremos bien.

Ella reflexiono en eso último que había dicho Harry: Ginny seguía a fuera tratando de vengarse por arruinarle la vida color de rosa que tanto había soñado junto al ojiverde. No dejaba de darle vueltas a la cabeza la pareja causante de la muerte de Fred porque estaba segura de haberlos visto en otra parte pero por más que intentaba recordar no podía ubicarlos. Esa tal Rebeca Bessat había mirado con extrema adoración a lo que más quería en el mundo y no conforme con eso, parecía saber de lo valioso que era el collar que colgaba del cuello de Mel.

-No Harry… nunca estaremos bien. –le respondió entrecortadamente.

******
El día siguiente fue muy duro para la familia Weasley. Nunca les sería fácil aceptar la muerte de Fred pero tenían que decirle adiós. Fue un funeral sencillo pero lleno de emoción en el patio trasero de la Madriguera aunque los presentes no dejaron de sentirse inquietos después de que Harry y Vanessa les terminaron de contar todo lo que había pasado el día anterior. Estaban preocupados de que “los nuevos amigos de Ginny” hicieran su aparición y arruinaran la tranquilidad que merecía el funeral de Fred. Sin embargo, todo transcurrió con calma. La familia Potter estuvo con ellos toda la mañana y tarde pero después de un largo rato se marcharon a casa para descansar.

Harry y Vanessa luego de arropar a Mel se metieron a la cama sin decirse una sola palabra, estaban agotados y no habían dormido nada el día anterior. Vanessa cayó en un sueño profundo al instante de recostarse pero Harry no pudo pegar el ojo a pesar de que deseaba dormir con todas sus fuerzas. Se movió de un lado al otro de la cama tratando de buscar la posición correcta para dormir pero simplemente no lo logró.

En mitad de la madrugada decidió levantarse e ir a buscar un vaso de agua y también para ponerse a pensar un poco en cómo debería conducir su vida y la de su familia para mantenerlas a salvo. Se quedo en la cocina por un largo rato con la mirada fija en el paisaje nocturno que se apreciaba desde una ventana pero salió de su ensimismamiento cuando una sombra familiar cruzo frente a su casa. De su bolsillo saco la varita mágica que no soltaba ni para dormir y se acerco a la puerta.

Pequeñas piedritas empezaron a golpear la ventana de la sala tratando de llamar la atención y frunció el ceño confundido de aquel llamado, así que abrió y salió a la oscuridad de la noche.

-¿Qué haces aquí Ginny? –preguntó en voz baja con un tono de irritación.

-Tenemos que hablar Harry.

-Después de lo que paso ayer, no tenemos nada de qué hablar. –le contesto secamente.

-Por favor, es importante. –le suplico la pelirroja.

-Bueno, ¿Qué es lo que quieres?

-Aquí no Harry –la pelirroja miro en ambas direcciones y añadió –¿Podemos ir a otra parte? –el ojiverde entrecerró los ojos y dudo de aquella petición. –No pienso hacerte nada, no es ninguna trampa. Solo quiero hablar.

Harry suspiro, después se dio media vuelta y entro nuevamente a la casa. Ginny supuso que esa era una negativa y echo a andar por la solitaria calle pero Harry volvió con una capa de viaje encima para cubrir un poco el pijama que llevaba puesto.

-No sé porque te hago caso, no mereces mi atención en absoluto con todo lo que has hecho.

Ella agacho la cabeza y no dijo palabra alguna.

-¿A dónde quieres que vayamos? –pregunto el ojiverde con curiosidad al ver que Ginny empezaba a caminar por la acera.

-Primero a un lugar seguro para desaparecer. Sígueme.

Y siguieron caminando en silencio sin que ninguno de los dos se percatara del par de ojos azul zafiro que los observaban desde el interior de la casa.

domingo, 3 de mayo de 2009

Los Galardones de Potterfics

Lo que leeran a continuacion es un fragmento de algo que con idea de Cassie (Cassandra_Lovengood) escribi a manera de fic y que me hubiera gustado se publicase en Potterfics pero Elizabeth_Snape (mi jefa xD) no me dejó porque ella lo consideraba como spam, asi que lo coloco aca donde no pueden prohibirme nada ^_^

Solo fue un fragmento y luego no lo termine porque Eli me quito la inspiracion y las ganas, espero que les guste y bueno, tambien les dejo la lista de las historias ganadoras.



GALARDONES POTTERFICS, UN LUSTRO 2009

El día que todos habían estado esperando por fin había llegado. Los usuarios poco a poco iban arribando al lugar donde se llevaría a cabo la entrega de los Galardones de Potterfics. Por la alfombra roja desfilaban los escritores de esta gran página mientras que algunos de los reporteros de Harrylatino les tomaban fotografías para El Quisquilloso y los cuestionaban acerca de su experiencia por encontrarse en ese sitio.

Algunos lectores y fans no dejaban de gritar el nombre de su autor e historia favorita esperando el momento oportuno en el que dicho escritor se acercara para proporcionar un autógrafo o bien, que por la emoción desbordada revelaran secretos o spoilers de sus historias.

La elegancia fue algo que también se hizo presente. Las damas portaban vestidos de gala y los hombres trajes de etiqueta para la ocasión, aunque uno que otro despistado iba vestido de forma casual porque a ellos solo les importaba conocer a los ganadores.

El auditorio se llenó rápidamente por todos los usuarios de Potterfics y para facilitar la premiación, los nominados fueron acomodados lo más cerca del escenario.

Los pasillos resonaron en aplausos cuando Vito, acompañado por Cronista y Buenamor aparecieron entre el público; saludaron a la comunidad y ocuparon sus respectivos asientos.

Las luces se apagaron y los murmullos incrementaron porque eso significaba que el evento daría inicio. Todos estaban ansiosos por conocer a los ganadores.

Se escucho el rechinido del telón al levantarse y los reflectores se encendieron de repente dejando ver en una esquina del escenario, un estrado con el emblema de Potterfics y un poco más al centro a los siete Moderadores encargados de la pagina: Anashaki, Samith, Pecosa, Sandy Yalek, Hermione_de_Weasley, Lord_Chris y Elizabeth_Snape quienes en ese mismo orden dijeron las siguientes frases.

-El momento ha llegado…

-Después de cinco años, HA Fanfiction, FanAutores y ahora Potterfics…

-Les da la bienvenida a este evento…

-Donde se premiara a lo mejor de un lustro…

-Sin olvidar que el único jurado fueron ustedes los usuarios…

-Nueve categorías y más de cien nominaciones compiten el día de hoy…

-Así pues que comiencen los Galardones Potterfics, Un lustro 2009 –concluyo Elizabeth_Snape sacando su varita mágica y haciendo aparecer chispas de colores en el techo.

Todos aplaudieron y esperaron a que iniciara la premiación mientras que Pecosa, Hermione_de_Weasley y Sandy Yalek se incorporaban entre los nominados. Ellas apesar de ser parte del equipo de moderadores, estaban a la espectativa porque desconocian por completo el resultado de los votos...

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Mejor historia de Acción:
Primer lugar :
James Vs Harry por crisy_weasley
Segundo lugar:
Por venganza o por deseo por Makoto Black
Tercer lugar:
Memorias Perdidas por sandy yalek


Mejor historia de Misterio
Primer lugar:
Memorias Perdidas por sandy yalek
Segundo lugar:
Radio-Clandestina(reloaded) por quetuvestidovuela
Tercer lugar:
Memorias Perdidas II por sandy yalek


Mejor historia de Romance
Primer lugar:
El secreto de Lily Evans por F_J_Slytherin
Segundo lugar:
Entre el presente y el pasado ... por karela
Tercer lugar:
Tiempos de Gloria por Chefi
Aprendiendo a quererte por raiju
antes del niño que vivio por robin_dumbledore

Mejor historia de Aventura
Primer lugar:
Bajo las alas del fenix por Makoto Black
Segundo lugar:
El cambio de Hermione por Hermione_de_Weasley
Por venganza o por deseo? por Makoto Black
Tercer lugar:
El comienzo de la tercera era de oscuridad por Heero Ainur Yuy Inou


Mejor historia de Suspenso
Primer lugar:
Memorias Perdidas por sandy yalek
Segundo lugar:
En pie de Guerra por F_J_Slytherin
Inesperados compañeros de cama por Roma
Tercer lugar:
Ay de mi!! por sucy weasley


Mejor historia de Comedia
Primer lugar:
El diario intimo de Lord Voldemort por Hanajash
Segundo lugar:
Howgarts en el chat por Makoto Black
Tercer lugar:
Las mujeres se rebelan por F_J_Slytherin


Mejor historia de Drama
Primer lugar:
James vs Harry por crisy_weasley
Segundo lugar:
Verde Esmeralda por F_J_Slytherin
Tercer lugar:
Por favor, recuerda que te amo por lengua de caramelo


Mejor historia original
Primer lugar:
Mi muerte por F_J_Slytherin
Segundo lugar:
Hare como que te creo por brujaloka
Tercer lugar:
¿Que demonios...? por Ruisa
Música muggle por Makoto Black


Mejor historia de Mundo Fantastico
Primer lugar:
Nikki cullen por hannah montana
Segundo lugar:
El diario de Alice Cullen por pao_freddie
Tercer lugar:
Mi Anochecer por renesmee_ccullen

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Muchisimas, muchsimas gracias a los que nominaron y votaron por mis historias. Gracias por considerarla una de las mejores en esas categorias. Me hacen muy feliz y con ese reconocimiento me siento en la obligacion de seguir escribiendo una historia de calidad *lloro de la emocion* xD

Gracias!!!!