lunes, 1 de septiembre de 2008

CAPITULO 2 UNA PERSONA "NORMAL"

CAPITULO 2 UNA PERSONA “NORMAL”

La muchacha tenía el torso ligeramente torcido en dirección a Harry y lo más curioso de todo es que también llevaba una rosa en la mano. El ojiverde le sonrío para no ser grosero.

-En realidad no –contesto volviendo la vista a su rosa –Es para mi ex esposa.

-Ya veo, eres divorciado.

“Que metiche es la gente” pensó Harry “Pero supongo que no me hará daño platicar con alguien alejado de todo el mundo de los hechizos y pociones”

-Tampoco soy divorciado, soy viudo.

-Te ves muy joven como para ser viudo. –su voz era muy dulce, imposible no seguirle la conversación.

-Lo se, mi esposa murió hace poco mas de dos años. Creo que soy de los viudos más jóvenes que existen… Enviudar a los 18 es un poco… irónico.
Harry nuevamente la miro y aunque ella llevaba gafas oscuras sentía su mirada clavada en él. Intimidado volvió a mirar al frente. Aun no había señal de sus amigos.

-Para serte sincera si es algo irónico, mejor dicho no es muy común que pase eso… ¿La querías mucho?

-Ya lo creo, ella y yo nos amábamos demasiado pero la asesinaron frente a mis ojos y yo no pude hacer nada para salvarla.

-Lo siento mucho.

-Fue mi culpa –dijo Harry como si alguien lo estuviera juzgando ¿Por qué era que se ponía a hablar de su dolor con una completa desconocida a la quizá no vería jamás?

-¡¿Tu culpa, acaso tu la mataste?! –pregunto la chica un poco sorprendida por la declaración.

-No exactamente, pero por mi culpa la mataron. Cometí muchos errores aquel día.

-Entiendo… Tienes el síndrome de culpabilidad. Suele pasar –Harry de reojo vio como se encogía de hombros. –¿No te has puesto a pensar que quizá era su destino? ¿Que tú esposa solo estuvo a tu lado para hacerte feliz por un tiempo? No se como habrá sucedido y por mi salud mental prefiero no saberlo pero no deberías sentirte culpable. Las cosas pasan por algo.

-Todos me dicen lo mismo. –dijo Harry en voz baja

Se quedaron callados por alrededor de un minuto luego Harry paso la vista de la joven a la flor de ella.

-¿Una flor para tu novio? –pregunto y ambos se rieron.

-Si por lo menos tuviera un novio –contesto con sarcasmo –Es para mi ex esposo.

-Vaya, nada mas me falta que tu también seas viuda –dijo Harry poniendo los ojos en blanco. Lo más probable es que esa mujer solo le estuviera tomando el pelo.

-No, no tengo tan mala suerte. El y yo… vivimos separados desde hace algún tiempo…
Hoy por fin voy a verlo.

-Pues que te vaya bien.

-Ojala –dijo entre dientes.

-No lo dices muy convencida, hablas como si no quisieras verlo. ¿Tan malo fue su matrimonio?

-El matrimonio fue genial, éramos felices solo que un día la separación fue inevitable –se encogió de hombros. “¿Dónde he oído esa frase?” se pregunto Harry. Ella continúo hablando. -Ambos hemos hecho nuestras vidas separados. Lo que me preocupa es como vaya a reaccionar al verme, él no sabe que voy a visitarlo… se va a asustar –la joven suspiro.

-¿Y nunca pensaron en darse una segunda oportunidad?

-No hubo tiempo para pensar en eso. Un día estábamos juntos y al otro ya no. Todo termino de una forma muy abrupta.

-Al menos tú puedes verlo de nuevo –dijo Harry en un susurro.

-Nuestros casos son un poco similares ¿no crees? Ambos perdimos a nuestras parejas. Supongo que tú después de dos años rehiciste tu vida, tienes novia o incluso te casaste de nuevo y la que fue tu esposa quedara en el olvido.

-¡Eso nunca! –exclamo Harry algo altanero, ella se sobresalto y dio un brinquito. –Perdona, no quise gritar…

-Perdóname tú por hacer ese comentario, fue muy estupido. –le interrumpió.

-Tengo novia la quiero mucho y se que puedo ser feliz con ella pero la que fue mi esposa nunca quedara en el olvido. –esperó un poco pero ella no dijo nada. -Supongo que tú también rehiciste tu vida y encontraste a alguien que te quiera.

-No, eso se termino para mí.

-¿Por qué? Digo, eres joven, pareces simpática y seguro que tras esas gafas oscuras ocultas unos hermosos ojos.

La chica ladeo la cabeza hacia un lado para no ver el rostro de Harry, parecía un poco avergonzada.

-Gracias por el cumplido… Lo digo porque yo solo he amado a un hombre y se que no puedo amar a nadie mas.

-Y ahora que piensas ver de nuevo a tu ex ¿no crees que puedan ser felices juntos?

-No lo se –se encogió de hombros y nuevamente volvió el rostro hacia el ojiverde. –Todo depende de muchas cosas. Según me contaron ya tiene una nueva pareja… ¿Te puedo hacer una pregunta y no te molestas? –Harry frunció el ceño –Bueno, te hago la pregunta y tu sabrás si contestas o no. Ni siquiera es una pregunta, más bien es una suposición.

-Te escucho.

-Supongamos que tu eres el ex esposo, tienes a tu novia y tu ex esposa llega de repente (se que en tu caso no aplica porque tu ex esta muerta) Pero “supongamos” eso, solo quiero que me ayudes a hacerme la idea de lo que va a pasar en mi caso y porque tu eres hombre, yo no se como piensan ustedes y…

-¿Cuál es la pregunta?

-¿Volverías con tu ex esposa?

-¿Si fuera mi caso?

-Exacto.

Harry se quedo pensativo por unos segundos; era una pregunta un tanto complicada, quería a Ginny pero en su tiempo había querido a Vanessa. Si eso sucediera en su caso lo mas seguro es que elegiría a… “Qué pregunta tan mas tonta” pensó Harry. No podía ponerse a pensar en la respuesta porque para él eso nunca sucedería.

-Lo siento, no puedo responderte eso y no deberías fiarte de lo que yo te dijera. Estas olvidando que no todos los hombres pensamos igual y debes reflexionar sobre como termino su relación. Si fue tan abruptamente como dices lo que yo te diga no tiene la minima importancia, son casos completamente diferentes.

-Muy cierto, no había pensado en eso… -miro a su rosa, parecía un poco triste. –De todos modos muchas gracias.

Harry la observo, después de unos segundos sonrío y volteo a verlo.

-Creo que soy una grosera, todo este rato platicando y ni siquiera me he presentado… Me llamo Miranda Yalek –estiro la mano libre para estrechar la de Harry –Se que suena extraño pero ese es mi apellido.

-Yo me llamo…

-Harry, Harry Potter.

-Espera –el chico frunció el ceño y alejo la mano con la que pretendía saludarla –¿Como sabes mi nombre?

Ella se rió por lo bajo y se acerco un poco mas a él para que nadie pudiera oírlos

-En el mundo mágico todos conocen tu nombre. El chico que venció al señor Tenebroso. Te reconocí por la cicatriz, toda una leyenda.

-¿Eres una bruja? –La joven asintió con la cabeza y Harry torció el gesto un poco molesto. Recargo la espalda en la banca mirando al frente –Y yo creyendo que platicaba con una persona normal.

-Siento decepcionarte. Te vi y me entro curiosidad de conocerte.

-Humm…

-Tengo toda la pinta de ser muggle ¿no? –continuo alegremente como si no lo hubiera escuchado mientras se señalaba a si misma

-Si –respondió secamente.

-Esto es lo que sucede cuando vives muy cerca de los muggles.

-Nuca te había visto ¿te acabas de mudar?

-No me habías visto porque no vivo aquí… De hecho ni siquiera recuerdo que hago aquí. Un simple paseo supongo… Tienes razón en eso de que me acabo de mudar. Mi casa esta al norte de la ciudad ¿Tu vives por aquí?

-Mi casa esta cerca ¿Conoces la calle de Grimmauld Place? –ella asintió de forma dudosa –En el numero 12 vivo junto con mis amigos. Si algún día quieres ir a visitarnos seria un placer…

-Gracias por la invitación… ¿tú casa esta a la vista de todos? Ya sabes, se suele acostumbrar que en poblados muggles las casas se escondan.

-Los muggles no lo ven, los magos si. Antes la casa estaba protegida bajo en encantamiento Fidelius por… (Es una larga historia)… Ahora que Voldemort y sus mortifagos no están ya no lo consideramos necesario.

Se empezó a oír una musiquita. La chica se llevo una mano a los bolsillos y saco un teléfono móvil.

-¿Lo ves?... Esto es lo que sucede cuando convives con muggles –dijo ella enseñándole el teléfono a Harry –Solo dame un minuto.

-Claro –contesto el ojiverde. Le era de lo mas extraño que una bruja estuviera cargando con uno de esos.

-¿Diga? –respondió Miranda con la vista al frente. -¿Se encuentra bien? ¿No se hizo daño?... –pregunto a su interlocutor. Harry la observaba; por el tono de su voz algo le preocupaba. –…Menos mal, gracias por avisarme… ¿No te importa tener que hacerlo hasta la noche? Voy a estar muy ocupada toda la tarde –su voz volvió a ser tranquila y dulce –Muchísimas gracias, eres un amor… Si, si ¡Por fin!... Luego te explicare los detalles… Hasta pronto. –Fue lo último que dijo y colgó el teléfono. Luego volvió a girar un poco el torso en dirección a Harry.

-¿Todo bien? –pregunto el muchacho con curiosidad.

-Si, era un vecina muggle. Ella me esta haciendo un gran favor y llamo para informarme como van las cosas, hubo un pequeño inconveniente pero nada que no se pueda solucionar. Descubrí que los cacharros muggles pueden ser de gran utilidad.

Harry observo como se dibujaba una sonrisa en sus labios y guardaba el teléfono nuevamente en sus bolsillos. De repente la sonrisa de Miranda se convirtió en una mueca de dolor y se abrazo el cuerpo con los brazos por unos segundos. El muchacho abrió la boca para preguntar si le ocurría algo pero Miranda fue mucho más rápida y hablo antes que él lo hiciera.

-Ya tengo que irme, me están esperando –la chica nuevamente dibujo una sonrisa y se puso de pie.

-¿Te están esperando?... Creí que le caerías a tu ex de sorpresa –dijo Harry que también se puso de pie.

Ella se empezó a reír.

-Primero debo ir a mi casa para arreglarme un poco, no puedo presentarme en estas fachas… Toma, te la regalo. –dijo ella extendiéndole la flor a Harry que no se movió. –

-Dijiste que era para tu ex

-Por favor tómala, así tendrás una flor que regalarle a tu novia y otra para memoria de tu esposa.

-Gracias –dijo el tomando la flor y sonrojándose un poco. -¡Mira, ahí vienen mis amigos! Antes de que te vayas me gustaría presentártelos.

Ella se puso seria y volteo a la dirección donde Harry señalaba. Ron Hermione y Ginny se acercaban a Harry riéndose de algún chiste que el pelirrojo había contado.

-Ay Harry, ¿Dónde estabas? –pregunto Hermione.

-No los veía, decidí esperarlos aquí y me encontré con ella que pertenece al mismo mundo que nosotros, es una bruja. -Los amigos de Harry examinaron a la muchacha con la mirada –El es Ron, su novia Hermione y ella es…

-Hola Ginny –dijo Miranda con alegría interrumpiendo la enumeración de Harry.

La pelirroja abrió mucho los ojos y Harry frunció el ceño confundido. La cara de sorpresa de Ginny contrastaba mucho con la sonrisa que se dibujaba en el rostro de la otra joven.

-¿Ustedes… se conocen?

-Si, pero parece que Ginny ya no lo recuerda y no la culpo… Solo nos vimos en dos ocasiones hace mucho tiempo… -dirigió la vista a Ron y Hermione que estaban igual de confundidos que Harry. –De nuevo estoy siendo grosera. Mi nombre es Miranda.

-Mucho gusto –respondieron pelirrojo y castaña al mismo tiempo.

-¿Miranda? –repitió Ginny y su expresión de sorpresa desapareció un poco. La joven de las gafas oscuras asintió con la cabeza.

-Un placer conocerlos pero ya tengo que marcharme. Adiós Harry Potter, me gusto mucho platicar contigo.

-Adiós –dijo Harry con una sonrisa.

Miranda dio media vuelta y dio un par de pasos, en eso Ginny la tomo del brazo.

-¿Puedo hablar contigo un momento? –le dijo en voz baja.

-Solo un momento, tengo cosas que hacer –contesto Miranda.

Ginny les lanzo una mirada a sus amigos. Ron y Hermione fueron los primeros en entender que quería hablar a solas con ella.

-Eh… oye Harry, ¿nos acompañas al callejón Diagon? Los gemelos ayer me estuvieron presumiendo de una nueva creación y tengo curiosidad de saber que es –dijo Ron.

-Vayan ustedes, yo los espero en la casa –respondió Harry que se acerco a Ginny y le dio un beso en la mejilla –Para ti –le entrego las dos flores.

-Te quiero –dijo la pelirroja dedicándole una sonrisa.

Harry solo sonrió, se dio media vuelta y se marcho.

-Nos vemos en un rato Ginny –dijo Ron y se fue junto con Hermione.

-Me siento culpable Ron –dijo la castaña avanzando abrazada a su novio mientras miraba la dirección por donde Harry se había ido.

-¿Culpable por qué?

-Debemos decirle a Harry lo que sabemos.

-Tú y yo prometimos guardar silencio. No podemos decirle nada y… tú fuiste la de la idea.

-Ya lo se pero merece saber la verdad.

-Una verdad que lo haría sentir desdichado. Harry esta rehaciendo su vida con mi hermana, déjalo ser feliz Hermione.

-Pero…

-Si ya guardamos el secreto por dos años ¿que nos costaría mantenerlo por 20 o 30 años más?

Se detuvieron y Ron le dio un beso en la boca para evitar que la chica replicara. Luego se metieron en una calle solitaria y se desaparecieron para aparecerse lo más cerca posible del Caldero Chorreante y así entrar al callejón Diagon…

**********

En el parque en cuanto Ginny vio que sus amigos se alejaban echo a andar a un lado de Miranda en dirección contraria.

-¿Qué haces aquí? –pregunto Ginny.

-Lo que hace cualquier otro –respondió la chica con singular alegría –Pasear, disfrutar del aire fresco y del sol.

-Sabes a lo que me refiero.

Ginny escucho que la chica se reía un poco.

-No pensaste que pasaría toda mi vida viviendo en un mismo sitio ¿O si Ginny?

-Necesito saber algo… ¿Todo sigue igual que la ultima vez que te vi?

-Todo sigue igual –respondió Miranda con tristeza y dando un suspiro.

-¿Ningún cambio?

-Ni uno solo y todo indica que jamás habrá uno, ni para bien ni para mal.

-Me parece bien.

-¡¿Te alegras por eso?! –Miranda elevo un poco la voz, no estaba de acuerdo con el comentario de Ginny.

-¡Por supuesto que no me alegro! Lo que me parece bien que las cosas no hayan empeorado aunque hay algo que no entiendo… ¿Te dejaron ir así como así? -Ginny volteo el rostro para poder observarla mejor, de manera extraña se volvía a dibujar una sonrisa en la cara de Miranda.

-Se nota que nunca lees el periódico. Estaba aburrida y… -se rió –… me escape, me están buscando como locos desde la semana pasada pero nunca me van a encontrar… ¿Te parezco peligrosa? ¿Quién podría sospechar de mi vestida como estoy? Hasta Harry creyó que era una muggle… El es tu novio ¿verdad?

-Aja.

-Es un hombre bastante apuesto.

-¿De que hablabas con mi novio? –quiso saber Ginny que tenia el ceño fruncido.

-Eres una mujer muy celosa ¿lo sabias?...Me estuvo contando de la muerte de su esposa.

-¿Qué te dijo sobre ella?

-No mucho –parecía que Miranda no había notado la desesperación en la voz de Ginny al querer conocer esa información –Que le dolió su muerte, que la extraña… se ve que la quería mucho. Una de las rosas que traes en la mano era para ella… ¿eso no te afecta? ¿No te molesta vivir con su sombra?

-Harry me quiere ahora.

-Si tú lo dices –dijo Miranda en un susurro.

-¿Dijiste algo?

-No nada –mintió ella y se detuvo. Ya se encontraban al final del parque bajo la sombra de los árboles muy alejadas del resto de la gente.

-Tu voz se escucha diferente a como la recuerdo. –dijo Ginny.

-¿En serio? Nunca antes me lo habían dicho ¿Y se oye linda mi voz? –pregunto Miranda de forma efusiva y casi parecía que se iba a poner a saltar. La pelirroja sonrió y asintió con la cabeza -¡Genial!... Oye ¿Tu si sabes la historia de como Harry Potter derroto al señor Tenebroso?

-Si, ¿Por qué?

-Porque supongo que podrías responderme una pequeña duda. Escuche que lo venció enterrándole la espada de Godric Gryffindor directo al corazón ¿es cierto eso?
Ginny se rió a carcajadas, ya no parecía tan preocupada ante la presencia de Miranda

-¿Quién te dijo semejante disparate?

Miranda se encogió de hombros.

-Vaya que a la gente le encanta cambiar las historias –añadió Ginny

-A unos más bien les gusta inventar historias ¿no crees?… Ya tengo que irme, se me hace tarde.

-Solo un par de preguntas más. ¿Vives por aquí cerca?

Ella negó con la cabeza.

-¿Te volveré a ver?

-No lo creo –respondió Miranda con una sonrisa. –Y dudo que quieras verme ¿O me equivoco? A Miranda Yalek nunca la volverás a ver –En ese momento decidió quitarse las gafas, y miro a Ginny directo a los ojos.

-Bueno, adiós yo también tengo que volver con Harry –dijo la pelirroja rápidamente y muy nerviosa, se dio media vuelta y literalmente se echo a correr.

-Adiós Ginny Weasley –le escucho decir a Miranda y se paro en seco “Yo nunca le dije cual era mi apellido”. La pelirroja se giro rápidamente para verla de nuevo pero Miranda ya no estaba ahí, se había desaparecido…

*********

En Grimmauld Place ya pasaba del medio día, Harry estaba en una de las habitaciones cuando escucho que llamaron a la puerta y se le hizo un poco extraño pues sus amigos tenían llave y no podían ser cualquiera de sus otros conocidos porque los acababa de ver el día anterior. Bajo las escaleras y fue a abrir… Era Ginny.

-Gracias Amor –dijo la pelirroja dándole un tierno beso en la boca –Lo siento pero olvide mi llave. Voy a poner las flores en agua.
La chica paso por su lado y recorrió el vestíbulo para dirigirse a la cocina. Harry cerró la puerta.

-¿Dónde quedo el periódico de hoy? –pregunto Ginny que ya salía de la cocina.

-Sin querer lo tire a la chimenea –contesto Harry riéndose. -¿Por qué?

-Solo quería verlo… ¿Hay alguno de la semana pasada?

-Creo que si, en mi habitación ¿En tu camino no te encontraste con el par de tortolos?

-Si, los vi de lejos. Ronald trae cargando una caja y tiro todo en la esquina –se estaba riendo de la torpeza de su hermano. –Y creo que tendrás que abrirles la puerta –dijo la muchacha alzando la mano y mostrando un manojo de llaves. Harry puso los ojos en blanco –Ahora vuelvo. –termino de decir y subió las escaleras.

Harry sonrío muy divertido de imaginarse como su amigo había tirado todo. Lo mas seguro era que había muggles cerca y tuvieron que recogerlo de la manera manual. Si iban a volver a tocar era mejor esperar en el vestíbulo a regresar a la cocina o reunirse con Ginny. No paso más de medio minuto cuando de nuevo tocaron. Harry puso la sonrisa mas burlona que tenia y abrió la puerta para recibir a sus amigos solo que no eran ellos, era alguien mas.

0 comentarios: