CAPITULO 13 ¿QUIÉN DESTRUYE PRIMERO A QUIÉN?
En cuanto Ginny desapareció, Melissa volvió a luchar para zafarse de los brazos de su madre e ir a donde Harry estaba. Abría y cerraba sus manitas y el ojiverde pudo ver que faltaba muy poco para que empezara a llorar.
-¿Puedo? –le preguntó a Vanessa señalando a la niña y estirando los brazos para que le permitiera cargarla. Ella a regañadientes se la pasó y él de inmediato se vio envuelto por los brazos y piernas de su pequeña en señal de que no iba a permitirque se fuera de su lado.
-No me mires así –dijo Vanessa luego de observar la cara de reproche que su propia hija acababa de poner y que era idéntica a la que ella pondría con la diferencia de que los ojos en lugar de ser un profundo azul zafiro, eran de un verde esmeralda. –Tu papá tiene la culpa por desconfiar de mí –continuó y se cruzó de brazos.
-¿Podemos dejar ese asunto atrás? – se quejó Harry -Pensándolo mejor, no me importa lo que hayamos hecho el día de ayer. Me preocupa más lo que pueda hacer Ginny
-Weasley no va a hacernos nada. –le respondió la joven tomando la charola donde yacía la comida fría y llevándola a la cocina para intentar calentarla. Harry la siguió sabiendo que el uso de la magia para calentar eso era muchísimo más seguro que dejarla tocar cualquier otro artefacto de cocina. –No tiene las agallas ni la valentía para hacernos algo. Sólo habló por hablar.
-Tú no la conoces. Ella es muy fuerte y orgullosa
-Si claro, se nota que es orgullosa –se burló –Si fuera tan orgullosa como dices no hubiera venido a casi suplicarte que volvieras con ella y utilizando la difamación para lograrlo.
-Dime la verdad… ¿Utilizaste la maldición imperius en mi?
-¿No que querías dejar el asunto atrás?
Harry puso los ojos en blanco.
-¿Y si intenta hacerle algo a Mel? Tu misma te asustaste de la advertencia aunque intentes negarlo. Te vi abrazarla más fuerte en cuanto ella volteo a verla.
Vanessa no contesto y por desgracia no pudo ver la expresión que la chica ponía porque en ese momento parecía muy ocupada buscando algo en la alacena; algo que bien podía estar fingiendo con tal de no darle la cara a Harry.
-A mi bebe no le va a pasar nada –respondió al fin pasados unos minutos.
Mientras ella le contestaba, preparaba algo que Harry identifico como un vaso de leche con una tapa y pajilla ideal para que Melissa pudiera tomarlo sin problemas. Quizá no era tan pequeña para tomar biberón pero tampoco muy mayor como para tomar leche de un vaso al igual como un adulto. Ese era un detalle que se le había pasado al muchacho por completo cuando preparaba el desayuno y que en días posteriores debería tomarlo en cuenta.
-Por algo nos tiene a nosotros ¿no es así Harry? –añadió Vanessa que se dio la vuelta, alzo una ceja y extendió el vaso a donde la niña para que se entretuviera con eso en lo que su verdadero desayuno volvía a calentarse. –No sé que pienses tú pero si Weasley intenta hacerle daño a Mel soy capaz de cualquier cosa. –entrecerró los ojos y adquirió un aire pensativo. Harry de igual manera entorno los ojos pero más para averiguar qué es lo que estaba tramando la mujer que tenía enfrente. –… Es más, en este mismo momento vamos a averiguar quién destruye primero a quien
-¿Qué estas tramando? –Harry estaba un poco receloso y se negó a avanzar cuando ella lo jaló del brazo para que salieran de la cocina.
-Nada malo, solo quiero que hagamos un par de visitas.
-¿Visitas para qué y a quién? –insistió.
-Bueno, ahora que recuerdo nadie aparte de ti, Ron, Hermione, Ginny y el retrato de Dumbledore saben que yo estoy viva. Vamos a contarles a todos nuestros conocidos que regresé y que no volví sola.
No abandonaron la casa de inmediato gracias a la insistencia y al gruñido de tripas de Harry. Una hora después de que Vanessa explicara sus planes y de que todos se dieran un rápido baño y cambiado, abandonaron la casa aunque no lo hicieron juntos porque era necesario establecer un tiempo prudente de diferencia para apaciguar el golpe de la aparición de la chica. Harry se desapareció por la chimenea y Vanessa salió a pie de su casa con la manita de Mel bien entrelazada con la suya, una vez ellas estuvieran fuera y caminaran un poco se desaparecerían.
El destino fue la cocina de la madriguera pero en aquel lugar Harry dudo que fuera necesario que llegasen por separado, porque seguramente y con todo lo acontecido el día anterior, la familia Weasley debía saber todo.
La señora Weasley se encontraba en la cocina levantando los trastes sucios que sus hijos y esposo habían dejado luego del desayuno pero no vio a nadie más con ella. Levantó la vista al escuchar el ruido de la chimenea y al ver a Harry se le abrieron los ojos y dibujó una sonrisa; una reacción que no esperaba y que por tanto demostraba que Harry estaba equivocado. La señora Weasley aun no sabía nada, sin embargo no lo entendió.
-Harry, cariño. Que gusto verte. –lo saludo yendo hasta él para abrazarlo (más bien apretujarlo) y besar sus mejillas para luego hacer una valoración de su aspecto físico. -¿No quieres comer algo?
-No, no, gracias. Estee… ¿No han venido Ron, Hermione o Ginny?
-Pues Ronald estuvo aquí ayer por la tarde, buscaba algo pero no quiso decirme que era. Una vez registro toda la casa se marcho y dijo que quizá no podrían venir a la fiesta de los gemelos. Ellos se sintieron muy decepcionados de que no vinieran, tenían pensado mostrarles algo nuevo de su tienda… ¿Qué paso Harry? ¿En qué lio se metieron para faltar a un evento tan importante? –exigió saber la señora Weasley escudriñándolo con los ojos tratando de encontrar la verdad en los ojos de Harry. Tal vez ella no fuera su madre para conocerlo de arriba abajo pero lo había cuidado y querido como tal.
-¿Solo le dijeron eso? ¿Ginny no ha estado aquí? –Harry intentó mirar en todas direcciones para localizar a la pelirroja.
-Harry… dime en que lio se han metido –pidió nuevamente la mujer adquiriendo un tono severo que muy rara vez utilizaba con el muchacho.
-¿Dónde están los demás? Me gustaría hablar con todos.
-Cariño, la angustia me va a matar si no hablas de una vez pero está bien… ¡Arthur, Fred, George, Bill, Fleur! ¡Bajen ahora mismo!
-¡Estamos jugando! –respondieron todos a la vez lo que hizo gruñir a la mujer.
-¡AHORA!
Se escucharon quejas en el piso de arriba y segundos después bajaron todos saludando a Harry y preguntando por sus amigos, respuesta que el ojiverde evadió. Los gemelos también se quejaron de que faltaran a su fiesta y argumentaron que gracias a su ausencia tuvieron que probar algunos de sus productos con Hagrid y que no había sido nada agradable cuando su mama los descubrió. Al final, el muchacho reunió a la familia en la sala diciéndoles que tenía que hablar algo muy importante y que era preciso le pusieran toda su atención. Ellos aguardaron impacientes y tras dar un fuerte suspiro empezó a hablar.
-La verdad no sé como decírselos así que lo hare de la manera más sencilla y rápida que se me ocurre. Vanessa está viva.
Solo los señores Weasley parecieron poner cara de sorpresa y los demás fruncieron ligeramente el ceño.
-Demonios –susurró Harry y se golpeo la frente al recordar que muy pocos sabían de la existencia de Vanessa y otros pocos solo habían oído hablar de ella.
-¿Puede ser eso cierto? –la señora Weasley parecía muy escéptica
-¿La chica esa que mato Bellatrix Lestrange…? –dijo Fred
-¿Y por la que anduviste llorando todos estos años? –añadió su gemelo.
-Sí, ella. Viene en camino y en cuanto llegue les explicaremos como pasaron las cosas.
Es una larga historia y dudo señores Weasley que les guste lo que van a oír pero todo lo que les contemos es meramente cierto… ¿De verdad Ginny no ha venido?
Todos negaron con la cabeza y unos minutos después de incomodo silencio se asomo Vanessa por la ventana.
-¿Podemos pasar? –preguntó la joven evaluando rápidamente con la mirada a las personas curiosas que se encontraban dentro de la habitación -¿No está Ginny? Que lastima, su presencia hubiera hecho todo más… interesante.
-Pasa hija pasa –dijo la señora Weasley tras reconocer a la muchacha e hizo ademan de levantarse del sillón pero Harry se adelanto y abrió la puerta a Vane y a Melissa que al encontrarse en un lugar desconocido se aferró mas a la mano de su madre ubicándose un poco detrás de ella.
-Vamos princesa, no te escondas. Te dije que conoceríamos a nuevos amigos –indicó Vanessa y para facilitar que la pequeña quedara a vista de todos la levanto en brazos.
-¿Y esa bebe? ¿Es tuya? –cuestiono el señor Weasley y la joven asintió con orgullo.
-Oh, es hegmosa –susurró Fleur a su esposo cuando vio a la niña. –Pero nuegstra Victoire es más linda.
Con ese simple comentario supo la chica de los ojos azul zafiro que no se llevaría bien con Fleur.
-Se llama Melissa y es nuestra hija –dijo lanzando una mirada en dirección a Harry –Tiene sus ojos ¿Verdad Mel?
-¡Ey! Harry, no pierdes el tiempo –Fred estalló en carcajadas y su hermano al comprender también se rio.
-¡Yo lo sabia! Sabía que estabas embarazada cuando… bueno, cuando tú sabes –señalo la señora Weasley con tono triunfal y levantándose de su asiento para verla con más claridad -¿Cómo paso esto? Tienen que explicarme ¿Dónde estuviste todo este tiempo y porque te hiciste la muerta Vanessa? ¡Ay pero mira que niña tan linda!
-Si le contara señora Weasley… -empezó Vanessa dejando que la mujer abrazara y besara a su hija y Harry percibió una nota de dramatismo en su voz –No he estado aquí estos dos últimos años por culpa de… Ginny
Y el relato comenzó…
Vanessa conto la misma historia mientras los demás guardaron silencio, de vez en cuando alguien emitía un suspiro o un ruido de desaprobación. No omitió ningún detalle y de cierta forma parecía que se lo tenía muy bien aprendido de memoria. Al terminar de hablar, la escena de la Madriguera era muy parecida a la de Grimmauld Place con el único cambio de que la señora Weasley lloraba como Magdalena al no querer creer lo que Ginny había hecho.
-Tiene que haber un error… Harry, sabes que Ginny es una buena muchacha, ella no podría hacer nada de lo que Vanessa nos está diciendo –dijo una Molly Weasley con ojos suplicantes y deseando que Harry le confirmara que todo era mentira.
-Lo lamento señora Weasley pero Ginny hizo eso.
-Y decían que nosotros éramos los mas locos de la familia –susurro George a su gemelo tan bajo que nadie más pudo oírles.
-Eso no es lo peor señora Weasley –continuo Vanessa aun manteniendo e incluso exagerando el dramatismo. –Ginny no soporta vernos felices a Harry y a mí. Se ha atrevido a amenazar a mi pequeña Mel.
-Corazón. Eso es imposible, Ginny no se atrevería a… -gimoteo Molly Weasley pero la joven bruja le interrumpió.
-Eso dice porque no la vio esta mañana.
-Quizá solo estaba un poco nerviosa, no le hagan caso. –defendió el señor Weasley
-No estaba nerviosa. ¿Están seguros de que conocen a su hija? Nosotros estamos muy preocupados. Si ella se atreve a hacernos algo, no respondo. Mi hija es sagrada así que controlen a Ginny y díganle que si ella no es feliz nos deje ser felices a nosotros
-No se papá pero si yo fuera tu desheredaría a mi hermanita –dijo uno de los gemelos con sarcasmo pero nadie le encontró la gracia a su comentario.
Se oyó como alguien abría la puerta de la entrada y todos giraron el torso para ver al recién llegado.
-Hola a todos –dijo la ya conocida voz de Ginny Weasley que al ver a gente reunida solo levanto la mano en señal de saludo sin realmente prestar atención a las personas. Pasó de largo como de rayo por el vestíbulo y todos escucharon su correr escaleras arriba.
-¡Ginny Weasley, baja inmediatamente!
-¡Ahora no mama, estoy ocupada!
-Obedece a tu madre y ven aquí Ginny, necesitamos hablar de algo muy importante –exclamo el mayor de la familia Weasley tratando de oírse sereno.
-Está bien, está bien, solo necesito encontrar algunas cosas… -respondió irritada para luego descender –¿Ya lo saben verdad? Le dije a Ronald que aun no les viniera con el chisme pero claro, ya no se puede confiar en nadie... ¡¿Qué hacen aquí?! –grito al ver a Harry y Vanessa en la sala.
Ellos no respondieron.
-Ginny, ¿Es cierto todo lo que nos han dicho?
-Eres una… -dijo la pelirroja entre dientes dirigiéndose a Vanessa –Viniste a envenenar a mi familia.
-Yo no vine a envenenar a nadie, yo solo vine a decir la verdad. –le respondió encogiéndose de hombros pero con una sonrisa burlona en los labios –Decir la verdad no es malo, al contrario, tus padres me lo agradecerán algún día. Ellos debían saber la clase de bruja que eres.
-¡Te voy a matar! –exploto Ginny sacando la varita mágica de sus bolsillos apuntando a Vanessa que como mártir se oculto tras de Harry para protegerse y proteger a Mel.
-¡Lo ven todos! Ginny se ha vuelto loca y quiere hacerme daño. Yo no le hice nada –chillo Vanessa.
-Ya basta de drama Vanessa –pidió Harry con voz queda para que solo ella lo escuchara.
-Vamos Harry, esto se está poniendo más interesante, no lo arruines. –le contesto al oído.
-¡Debí dejar que te desangraras en el bosque. Debí dejar que te murieras! –grito Ginny de nuevo
-¡Ginny!
-¡Uy!... Hermanita, creo que mejor te llevamos afuera para que te dé un poco el aire y te relajes –Fred se levanto rápidamente de su asiento y se acerco a su hermana que en respuesta le apunto también.
-No te me acerques Fred, no quiero hacerte daño ni a nadie de ustedes. Mi único problema son Vanessa y Harry y… esa mocosa.
-Esa criaturita no te ha hecho nada –replico su madre quien volteo a ver a Mel que estaba completamente encogida en el pecho de Vanessa y oportunamente la pequeña hablo.
-Mami… tengo miedo, quieyo id a casha.
-Has espantado a mi niña con tus gritos. Eres una tonta Weasley –se quejó Vanessa abrazando a Mel y acariciando su cabello para calmarla.
–¡Ginny Weasley te prohíbo cualquier cosa que estés planeando en contra de Harry y su familia! –exclamó la señora Weasley acercándose a su hija y haciendo el mayor esfuerzo para no levantar la voz
-Ya no soy una niña, así que, lo lamento mamá… ni tu ni nadie puede prohibirme algo. Ellos tienen que pagar el daño que me han hecho. –dijo con el ceño fruncido. –Rompiste tus promesas Harry –añadió observando al ojiverde con cautela -¿Recuerdas que prometiste no hacerme llorar? ¿Cuándo dijiste que me amabas y que siempre estaríamos juntos?... Tu lo olvidaste pero yo no.
-De eso hace mucho tiempo. Estoy seguro de que esto puede terminar bien si te calmas; incluso, podríamos ser amigos –Harry se encogió de hombros –Las cosas cambian Ginny.
-Lo sé Harry. Las cosas y las personas cambian. Tú cambiaste y yo ya cambie... Adiós
Y de la misma forma en que entro a la casa se marchó. Los señores Weasley fueron tras ella gritando su nombre pero ella no se detuvo a pesar de los gritos. Sin embargo a mitad del jardín la interceptaron y desde la ventana todos pudieron observar cómo es que se iniciaba una pequeña discusión donde Ginny agitaba con odio las manos en dirección a la casa mientras que los señores Weasley hacían el intento de persuadirla y tranquilizarla. Ginny sacudió enérgicamente la cabeza y tras soltarse de los brazos de su madre, siguió corriendo para desaparecer de su vista.
-¡Ginny se ha ido! –dijo la mujer entre gimoteos cuando ambos volvieron al interior de la casa –Dijo que no piensa volver aquí ni a Grimmauld Place.
-Genial, primero se va Percy y ahora es Ginny –George bufó con enojo y se cruzó de brazos.
Vanessa y Harry se miraron, aunque el mensaje que le lanzo él a ella con los ojos, era muy claro. “A ver como arreglas este problema”
-Señores Weasley… en verdad sentimos haberles causado esta pena.
-Descuida cariño, descuida, se que teníamos que saberlo. –respondió la señora Weasley sin dejar de llorar.
-Si… bueno, pues… Harry y yo debemos irnos y gracias por comprender nuestro problema. –añadió la joven tomando a Harry de la mano
-Por si acaso Ginny vuelve díganle que… -empezó Harry pero se detuvo para inspirar hondo –Díganle que le deseo lo mejor.
Y también se fueron siguiendo el mismo camino de la pelirroja.
-Vanessa, estuvo muy mal lo que hiciste allá –le regaño Harry una vez que estuvieron lejos de la casa.
-Tu sabias lo que iba a hacer así que no te quejes. Te advertí que investigaríamos quien destruía primero a quien y creo que la respuesta es obvia. Yo gane y ella perdió. Pobrecita Ginny, ya me dio pena… -ironizo –Se ha quedado sin amigos, sin posible novio, sin familia y para variar y por voluntad propia se ha quedado sin hogar –al recordarlo se rio entre dientes.
-No es gracioso Vanessa
-Conoces muy bien mi forma de ser Harry. Siempre lo has sabido y ya sabes que si no te gusta puedes irte cuando quieras aunque no pienso repetirte mis condiciones.
Él puso los ojos en blanco y suspiró.
-Creo que con esa confrontación solo empeoraste las cosas porque si Ginny solo pretendía espantarnos, estoy seguro de que ahora si planeara algo en nuestra contra.
-No pasara nada Harry. Además, ella está sola y nosotros somos dos. Solo hay que relajarnos y disfrutar de nuestra vida y de esta pequeña princesa –besó la frente de Mel que aun parecía muy concentrada tratando de entender las pláticas de adultos –Nos espera un futuro perfecto… Ahora si te parece bien, vamos a buscar a Lupin, todos deben saber lo que Weasley me hizo.
Harry no estaba seguro de ello y sabia que para poder descartar cualquier amenaza debía dejar que el tiempo continuara su curso y esperar dos cosas. 1) Que el futuro perfecto que Vanessa dibujaba en su mente se cumpliera por el bien de todos (en especial por el bien de Melissa) o 2) Que Ginny arremetiera contra su nueva y pequeña familia provocando el caos.
Sin duda esperaba que sucediera lo primero…
viernes, 17 de abril de 2009
CAPITULO 13 ¿QUIEN DESTRUYE PRIMERO A QUIEN?
Publicado por
sandy yalek
en
7:14:00 p. m.
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